Usualmente, dedicamos estas páginas a algún análisis relacionado con lo que es la temática militar y policial que le corresponde a esta revista. En esta ocasión, la dedicaré a un tema más personal. Soy Octavio Díez, el que dirige este medio desde hace media docena de años, y colabora en él desde su creación, labor que llevo solapando con artículos en muchas revistas nacionales e internacionales desde hace más de treinta años.
Recientemente, he vivido una experiencia personal que me satisface y entristece. Fue con ocasión del reciente ejercicio militar "Mobility" 2014 que organizó el Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra (ET). Viajando en uno de los vehículos VAMTAC que desarrollaba uno de los supuestos de movilidad tuve la oportunidad de conocer a quien manejaba la ametralladora y brindaba protección a sus compañeros, un "boina verde" adscrito al Equipo de Especialistas en Movilidad del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) "Caballero Legionario Maderal Oleaga" XIX.
Me preguntó ¿es Vd. Octavio Díez?... Sepa que yo estoy aquí por Vd. Empecé leyendo sus reportajes y me interesé por la milicia y por las OE's. La verdad es que, en lo personal, es satisfactorio saber que la labor que uno hace tiene frutos positivos como el señalado.
Frente a ello, otra vivencia. En el mismo entorno oí frases como "vigilad, que viene el de las cámaras"... "ustedes nos han hecho mucho daño".... Quienes así hablaban eran militares también, aunque no adscritos al MOE, sino a la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE) de la Armada que también estaba presente allí. La verdad es que esa Unidad de élite la presenté yo en estas páginas poco después de su creación, como he venido haciendo durante muchos, muchos años con las que la precedieron, tanto la Unidad de Operaciones Especiales (UOE) de la Infantería de Marina como la Unidad Especial de Buceadores de Combate (UEBC). He recabado estos últimos años volver a visitar la FGNE y me ha sido reiteradamente denegado. No sé el porqué de esos comentarios negativos, que me afectan en lo personal y en lo profesional. He hablado personalmente con quienes han mandado la FGNE desde su creación y no me han transmitido problema ninguno. Aprovecho desde estas páginas para brindar la oportunidad, a través de mi correo personal soldiersmanager@terra.com, de que me manifiesten en que puedo o podemos haberles perjudicado cuando siempre hemos sido positivos con su labor y especialmente discretos con algunas informaciones que conocemos de su actividad.
Octavio Díez Cámara
"Son las once de la noche cuando Juan, piloto de un helicóptero de transporte CH-47 "Chinook" de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) activa sus gafas nocturnas. Lo hace a la vez que tres compañeros más, los que componen la tripulación de una aeronave que tiene previsto despegar treinta minutos después. Tras el encendido de las turbinas embarcan por la rampa trasera ocho militares llevando consigo voluminosas mochilas y sus paracaídas MC-1 en configuración con campana principal y la de reserva.
Al poco rato despegan y tras cuarenta minutos volando hacia la zona objetivo se activa la "luz verde" y, uno tras otro, saltan al vacío. Se agrupan. Esconden sus paracaídas y progresan a pie hacia un punto previamente seleccionado, una zona elevada que dista unos dos kilómetros del punto de toma. Allí, en grupos de dos y usando zapapicos, redes miméticas y ramaje de la zona proceden a establecer unos "cubículos" en los que se guarecerán y permanecerán realizando su misión. Ésta consiste en observar los movimientos alrededor de un aeródromo donde opera una fuerza irregular especialmente activa. Toman nota del dispositivo de vigilancia, de las rutas de aproximación, de la actividad general, de..., preparan un informe y lo envían a sus órganos de Mando para su análisis, manteniendo ellos su posición allí. La información servirá para preparar una acción directa, mediante un asalto aéreo, contra el objetivo que buscará su neutralización.
Ellos, se mantienen ocultos observando cómo se lleva a cabo el ataque, en el que intervienen dos compañías helitransportadas reforzadas con helicópteros armados "Tigre", para avisar a sus compañeros de cualquier aproximación hostil que pudiese suponer una amenaza añadida a la conocida.
Helicópteros de transporte moviendo pequeñas partidas de personal altamente especializado a lugares inhóspitos. Formaciones de cazabombarderos de última generación, los JAS-39 "Gripen" incluidos, interceptando a quienes simulaban ser hostiles. Núcleos de Operaciones Especiales llevando a cabo cometidos de acción directa o de reconocimiento especial. Naves anfibias transportando hombres y material a aquellos lugares considerados óptimos para su desembarco. Baterías de misiles antiaéreos desplegadas con sus radares activados para intentar frenar cualquier amenaza aérea. Convoyes de carros de combate y vehículos de Infantería especialmente modernos realizando acciones combinadas. Núcleos de especialistas operando avanzados sistemas de vigilancia y comunicaciones para facilitar el tránsito en tiempo real de las imágenes que capturaban. Novedosos patrulleros vigilando diferentes áreas para interceptar cualquier tránsito ilícito...
Las descritas, entre otras muchas de variado carácter militar, fueron algunas de las acciones que se desarrollaron sólo hace unas semanas. El escenario fue Noruega y el momento histórico coincidía con la invasión realizada por efectivos militares rusos de la zona de Crimea que hasta no hace mucho pertenecía a Ucrania. Las acciones occidentales poco tenían que ver, pese a que algunos se apresuraron a buscar cierta interrelación que no existía, con las hostilidades ilegales propiciadas desde el régimen que dirige Vladimir Putin contra sus vecinos.
Hasta estas páginas de SOLDIERS-Raids solemos traer reportajes de unidades de los puntos más alejados del planeta, aunque, por su relevancia, suelen ser habituales aquellas que hacen referencia a algún aspecto de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.
Es el caso que nos ocupa en este reportaje, aunque, como verá el lector tras un recorrido pausado por este texto e imágenes, es un entorno bastante alejado al que suele ser más habitual aquí. Les vamos a presentar una organización curiosa por lo que hace y por lo que significa. Está adscrita al Ejército de Tierra (United States Army) y está considerada como la más antigua de las que se incluyen en la actual orgánica. También, y como refuerzo de ello, es la de mayor entidad, pues en su seno se incluyen numerosos elementos de diferente carácter.
Les vamos a presentar lo que es el First Army, un elemento que en el momento presente centra sus cometidos en tres grandes áreas: movilización, preparación y entrenamiento, aspectos que benefician directa e indirectamente al resto de elementos del Ejército y en especial a aquellos que tienen que recibir apoyos previos y puntuales para ser destacados a los diferentes teatros de operaciones donde es requerida su presencia.
Los orígenes de este importante elemento militar estadounidense se remontan a hace algo menos de cien años.
"Quedan pocos minutos para las cuatro de la tarde y ya comienza a producirse cierta avalancha de visitantes llegados, desde diversos puntos de Montevideo, al barrio Parque Batlle. Los que se van concentrando son aficionados al fútbol. Lo hacen porque en el estadio "Centenario", que tiene capacidad para sesenta y cinco mil personas y es el más grande del Uruguay, va a tener lugar un evento futbolístico de alto nivel entre el equipo nacional anfitrión y la selección chilena, partido que es todo un atractivo para decenas de miles de personas.
La concentración de los que animan a uno u otro grupo de jugadores suele desembocar en determinadas "tensiones". Para intentar que no se produzcan, y si llega el caso y tienen lugar hacer que sus efectos se minimicen, se puede ver un fuerte dispositivo policial en la zona adyacente al estadio. Entre los que allí se encuentran los hay que se mueven a caballo o que se desplazan en vehículos de patrulla logotipados. También, podemos observar un pequeño núcleo de profesionales con vestimenta negra y protecciones en distintos puntos de su cuerpo. Son agentes especializados en resolver situaciones problemáticas con técnicas y dispositivos concretos, los conocidos antidisturbios.
Transcurren un par de horas y no se producen incidentes. La victoria final de los locales, por un apabullante 4 a 1, hace que se prevean algunos enfrentamientos que pueden generar en determinada violencia. Antes de que finalice el partido, se distribuye a los policías de forma que estén prestos a neutralizar conductas no pacíficas. Justo cuando un grupo de seguidores uruguayos sale del estadio son increpados por los chilenos y se produce un cruce de palabras y algunos empujones. Llegan los antidisturbios y su presencia sirve para "pacificar" el ambiente y que las "aguas vuelvan a su cauce", acabando la jornada sin incidentes dignos de especial relevancia".
Hace unos meses, coincidentes casi en fechas, proyectaban en la televisión varias películas de acción que tenían como protagonistas a "comandos" franceses luchando en territorio afgano y a tropas de élite estadounidenses interviniendo en diversos escenarios.
Había varias cosas en común en el equipamiento personal portado por esos militares. Una era la presencia de subfusiles silenciados, en ambos casos de la familia SD –Schalldämpfer- del difundido modelo germano MP5. Se trata de un sistema de armas del que se ofrecen varias versiones y que sigue gozando de un aprecio internacional notable, sobre todo entre unidades de élite y en determinados colectivos que han tenido la oportunidad de ser provistos con esta arma. En 2014, como podíamos ver aquellos que visitamos el stand de su fabricante, la firma alemana Heckler & Koch (HK), se conmemoran nada menos que cincuenta años desde el inicio de su concepción. Sí, medio siglo ha pasado ya desde que se concretara esta propuesta y aún hoy en día sigue estando vigente, siendo el referente con el que intentan medirse todos aquellos que, de tipo similar y siguiendo su estela, van surgiendo en diferentes puntos del planeta.
Traemos hasta estas páginas de SOLDIERS-Raids una instalación museística curiosa en muchos aspectos. Uno, es el que en ella se incluyen varias referencias -de ellas hablaremos más adelante- a la historia naval española y en relación con acciones armadas que nos enfrentaron. El lugar en cuestión es uno de los museos navales más importantes de los Estados Unidos tanto por los fondos que acoge en sus salas, que son muchos y variados, como por la ubicación que ocupa.
Se encuentra a una hora en coche de la capital del país -son algo más de cincuenta kilómetros por la U.S. Route 50 desde Washington D.C.-, y en un bonito pueblo costero, Anápolis en el estado de Maryland. Allí, desde el 10 de octubre de 1845 en que fue creada, se asienta la Academia Naval de la Marina estadounidense, conocida también por las siglas USNA (United States Naval Academy). El lugar, que queda accesible a pie al interesado tras solicitarlo -el vehículo, si lo llevamos, debe dejarse en alguno de los muchos estacionamientos que hay en las inmediaciones- en alguna de sus puertas y mostrar alguna identificación -en el caso español, el pasaporte-, incluye un amplio centro de visitantes.
Está ubicado en la "Halsey Field House" y recibe el nombre de "Armel-Leftwich Visitor Center" en referencia a quien fuese capitán en la Marina de los EE.UU. -1931 a 1989- y a quien ostentó el grado de teniente coronel -1931 a 1970- en el Cuerpo de la Infantería de Marina.