Los países occidentales llevan ya una década y media de política más o menos activa en distintos teatros internacionales para intentar frenar la amenaza terrorista internacional y cooperar con otras naciones para que, por sí mismas, sean capaces de hacer frente a distintas amenazas.

El resultado de esa política, que aparentemente no ha estado especialmente coordinada en lo que a actuaciones militares se refiere ni en lo que es su planificación más consecuente, no está claro y a día de hoy hay varios frentes activos a los que, con más o menos acierto, se intenta dar respuesta. La realidad europea, por ejemplo, se enmarca en que no hay una decisión unificada de tipo político ni actuaciones coordinadas, sino una serie de movimientos que en cada momento son seguidos por más o menos naciones.

Esa situación, que viene derivada por el hecho de que no se ha avanzado suficientemente ni a una política exterior común ni a unas capacidades militares compartidas y coordinadas, ha derivado en problemas como el que ahora acontece con los refugiados. Laxamente, y sin mucho acierto, se va actuando para frenar el flujo, ayudar a los que llegan o intentar su inserción, aunque lo que se está intentando revolver hoy puede que dé lugar a problemáticas de futuro.

No se ha estado especialmente acertado en ese problema, lo que queda refrendado por las voces que desde Gran Bretaña o Polonia se alzan de forma parcialmente crispada. Si no se ha actuado diligentemente ante la incipiente marea humana que se presentaba, tampoco se ha sido eficaz a la hora de coordinar actuaciones en los diferentes teatros de operaciones. El potencial tecnológico y militar no ha sido empleado como un factor desescalador de las tensiones, y sólo más recientemente se apuesta por formar a unidades en diferentes países para que sean capaces de auto defenderse. Es inteligente hoy, pero a corto o medio plazo habrá que estar atento por si se requiere más apoyo.

En todo ese contexto, que es sumamente complejo desde el punto de vista político, social y hasta económico, lo que queda claro es que decisiones pasadas han sido contraproducentes. Se debería actuar con más firmeza, hablar más claro y, lo que es más necesario, buscar interacción positiva con los interlocutores locales. Su problema es hoy nuestro problema. La globalización así lo indica y de cómo actuemos va a depender nuestra futura Seguridad.

Bombarderos furtivos B-2 casi inmunes a los sistemas de Defensa Antiaérea clásicos, buques tipo M80 “Stiletto” pensados para moverse a gran velocidad y con gran discreción, familias de vehículos de combate terrestres surgidos alrededor del concepto GCV (Ground Combat Vehicle), “drones” aéreos armados con misiles y provistos con sensores de vigilancia,…, eran una serie de conceptos que se barajaban, no hace mucho, para “revolucionar” las capacidades militares de los Estados Unidos.

En ese entorno, en el que se buscaba introducir nuevas armas y aprovechar las tecnologías más modernas en beneficio de sus prestaciones, surgieron diferentes planificaciones y a parte de una de ellas, relacionada con el entorno naval, le vamos a dedicar estas páginas. La Marina de los EE.UU. (USN, United States Navy) desarrolló una serie de conceptos novedosos con los que buscaba seguir manteniendo su hegemonía en los mares y así hacer frente a la Marina Rusa que parecía perdía “fuelle” en la carrera por el control de los espacios marítimos y en la introducción de nuevos desarrollos y conceptos con los que desarrollar sus pretendidas acciones de control y vigilancia, y ser capaz de enfrentarse a cualquier adversario.

La tipología en lo que es el proceso de selección, preparación y adiestramiento de aquellos que conforman la élite entre la élite centra los artículos que les vamos presentando en esta sección de SOLDIERS-Raids. En esta ocasión nos hemos decantado, al haber obtenido previamente cierta documentación gráfica que creímos interesante, por una Unidad poco conocida y de la que casi nada se ha difundido, al menos en nuestro entorno más próximo.

Sus características más genéricas la incluyen dentro de las capacidades particulares de las Fuerzas Armadas de su país, Polonia. Dentro de la estructura en la que está encuadrada, su Policía Militar, realiza funciones que podríamos asimilar a las de la Gendarmería francesa o de la Guardia Civil española, organizaciones que cumplen con particularidades militares y policiales a la vez.

La que se conoce como Oddzial Specjalny Zandarmerii Wojskowej (OSZW) se trata de dos núcleos muy especializados que cubren cometidos clásicos dentro de las unidades de asalto, aunque también se les asignan otros de seguridad de eventos y de personas en aquellas situaciones que así lo pueden aconsejar.

Bombarderos furtivos B-2 casi inmunes a los sistemas de Defensa Antiaérea clásicos, buques tipo M80 “Stiletto” pensados para moverse a gran velocidad y con gran discreción, familias de vehículos de combate terrestres surgidos alrededor del concepto GCV (Ground Combat Vehicle), “drones” aéreos armados con misiles y provistos con sensores de vigilancia,…, eran una serie de conceptos que se barajaban, no hace mucho, para “revolucionar” las capacidades militares de los Estados Unidos.

En ese entorno, en el que se buscaba introducir nuevas armas y aprovechar las tecnologías más modernas en beneficio de sus prestaciones, surgieron diferentes planificaciones y a parte de una de ellas, relacionada con el entorno naval, le vamos a dedicar estas páginas. La Marina de los EE.UU. (USN, United States Navy) desarrolló una serie de conceptos novedosos con los que buscaba seguir manteniendo su hegemonía en los mares y así hacer frente a la Marina Rusa que parecía perdía “fuelle” en la carrera por el control de los espacios marítimos y en la introducción de nuevos desarrollos y conceptos con los que desarrollar sus pretendidas acciones de control y vigilancia, y ser capaz de enfrentarse a cualquier adversario.

…Sobre las estadísticas, hemos tenido algunos datos que les trasladamos, aunque no son los más recientes. En 2014 el TMPD llevó a cabo algo más de dieciséis mil arrestos, de ellos ciento veinticuatro relacionados con asesinatos, trescientos ochenta y cuatro con robos, tres mil treinta y tres con asaltos, dos mil cuatrocientos veinte con daños corporales, ochocientos cuarenta y dos con crímenes de tipo sexual, mil setenta y dos con temas de fraudes, cinco mil ochocientos uno con hurtos, seiscientos cincuenta y tres con robos de objetos dentro de vehículos, trescientos cuarenta y uno con carteristas, ochocientos dieciséis con delincuentes de pequeña monta y seiscientos cincuenta y ocho con sustracciones de vehículos, un nivel de eficiencia que en algunos de esos ámbitos es muy alto y supera la resolución exitosa de más de ochenta por ciento de los incidentes en general. En total ese año se reportaron un total de veintisiete mil trescientos diecinueve casos policiales.

…Avanzando en nuestro recorrido nos encontramos con interesantes soluciones pensadas para los perros, con prendas como las de Fight and Flight Tactical que ofrecen capacidad para que los animales lleven con ellos sistemas de vigilancia con cámaras y baterías o para que puedan lanzarse en paracaídas junto a sus guías en el teatro donde llevarán a cabo sus patrullas o vigilancias.

A lo expuesto en el artículo anterior, hay que apuntar como novedad conceptual el cambio genérico que se está dando en todo lo relacionado con los sistemas de puntería que permiten a quienes manejan armas ser más eficientes tanto en situaciones a corta distancia, las llamadas CQB (Close Quarter Battle), como en aquellos cometidos en los que se busca neutralizar a algún sujeto situado a distancias que superan el kilómetro de la posición propia y que incluso pueden llegar a dos o más.

Hace unos meses estuvimos en Londres y en algunas ciudades próximas visitando distintas instalaciones museísticas que estamos aprovechando para presentarles en estas páginas. Algunas nos causaron mejor impresión que otras. En este reportaje les hablaremos de una que está ubicada en el centro de la capital londinense y que atrae cada año a cientos de miles de visitantes de todo tipo -casi un millón según las cifras oficiales-, pues es una referencia que va más allá de lo militar y se ha convertido en un punto que muchos visitantes quieren recorrer.

Había estado allí hace casi dos décadas y muchas cosas han cambiado, a mi parecer no para mejor ya que en la actual configuración se obvian muchas piezas que antes podían verse expuestas en sus salas. En todo caso, sí es recomendable recorrer el llamado Imperial War Museum (IWM) de la capital británica, pues hay otros que con la misma designación genérica se encuentran en distintos emplazamientos.