SOLDIERS RAIDS nº 240
Septiembre 2015
Septiembre 2015
En el momento de escribir esta editorial el presidente autonómico, Artur Mas, acaba de rubricar el Decreto de convocatoria anticipada de elecciones en Cataluña. Él y otros muchos políticos y seguidores llevan un tiempo auspiciando un movimiento social que propugna la independencia de ese territorio, de forma que deje de ser parte integrante, como hoy lo es, de España.
Alguno se preguntará que tiene que ver ese hecho en esta revista de carácter militar y policial. A mi entender mucho -soy catalán de nacimiento y sentimiento, español declarado y con convicción futura sobre ser europeo-, pese a que no lo pueda parecer. El movimiento pro independencia de Cataluña va mucho más allá de lo que algunos pudiesen pensar, con una aceptación muy amplia entre quienes viven en esa comunidad, número que ha ido creciendo en los últimos años y puede que crezca más aún si nos atenemos a lo que generan algunos comentarios exacerbados dichos por quienes no entienden ni quieren entender a los catalanes.
Está ahora en entredicho la calma social, la que influye en que no se generen tensiones entre diferentes regiones y entre personas que puedan tener una forma distinta de percibir la situación. Es un aspecto que puede desembocar en cierta desestabilización y que si se gestiona mal puede llegar a ser problemático a un nivel que a ninguno nos conviene.
¿Y por qué no llegar a un entendimiento que evite la actual situación y propugne acercamientos frente a distanciamientos?, me pregunto yo. Pues la respuesta se me antoja que no es difícil. Sólo hay que meditar en cómo se llegó a esta situación, porque dos se enrocaron en no hablar y ponerse de acuerdo. Ha llegado el momento que desde el Gobierno se actúe diligentemente.
No hacen falta presiones, que no van a ser buenas, ni gestos para la galería, que algunos no entenderían. Hace falta predisposición, buen talante, ganas de llegar a un acuerdo y lo que es más relevante entender el porqué de algunas demandas y que el carácter de los pueblos que componen España puede ser distinto en aspectos culturales y lingüísticos. El diferente tratamiento económico y fiscal no es un punto favorable a la hora de lograr consensos. Hay que actuar y hacerlo ya, por el bien de todos y sin que amenazas como la de suspender la autonomía -nadie ha pensado en los que no somos independentistas- que alguno propugna abiertamente.
“Son poco más de las tres de la tarde. Hace unos minutos que hemos iniciado la navegación partiendo de la Base Naval de Lisboa. Nuestro tránsito, a una velocidad de unos cinco nudos, nos lleva hacia una zona del río Tajo especialmente amplia y despejada en la que sólo nosotros nos encontramos. De momento, algo sucede… Escucho gritos y percibo a gente alborotada… disparos… Veo gente correr de un lado a otro… De pronto, unos sujetos empuñando subfusiles y con máscaras en sus caras aparecen en la estancia en la que me encuentro. Como se me ha indicado previamente, antes de embarcar, no interfiero en la acción.
El navío en el que viajo ha sido objeto de un “secuestro” por parte de un grupo de terroristas que amenazan a quienes son sus rehenes. Se supone una negociación con ellos… con final desfavorable. Es la hora de actuar y donde me encuentro sólo hay un recurso con capacidad real de intervenir con el más elevado grado de eficacia final en una situación similar y en un escenario de esas características concretas.
Se “activan” las capacidades del Destacamento d’Acçoes Especiais (DAE). Se trata de un recurso que forma parte del Cuerpo de Infantería de Marina luso -los Fuzileiros Navais- y que tiene una dependencia directa de las más altas jerarquías de su país, pudiendo ser alertados desde el entorno gubernamental para cualquier incidente grave que pueda acontecer y que requiera de sus “peculiares” capacidades.
Cuando alguien requiere de un arma contundente dentro del entorno militar o policial recurre al fusil de asalto. Si se decanta por una munición estandarizada en la mayoría de los países, optará por los del cartucho 5,56x45mm que ofrecen una buena combinación de ligereza y de prestaciones. En el caso de que busque obtener un modelo con calidades por encima de la media hay varias compañías que se los ofrecen, aunque sólo una tiene una gama de opciones tan amplia y con propuestas que llevan varias décadas alcanzando la mayor valoración internacional.
La compañía que aglutina esas características en sus productos, que además incluyen otros tipos de armas cortas y diferentes modelos de rifles de alta precisión, es la suiza SIG-Sauer, una compañía que ha ampliado su línea productiva y sus capacidades al establecer una importante filial en los Estados Unidos con el objetivo de satisfacer las demandas concretas de ese importantísimo mercado. Es en ese país donde se están materializando los fusiles de asalto más recientes de la empresa, pues hay una necesidad en diferentes entornos profesionales por adquirir modelos que en sus prestaciones, acabados o potencial de uso sean novedosos. Esas propuestas, que son varias y como verá el lector en estas páginas con una línea bien conocida desde hace años pues se inspiran en el mítico M16 o son una evolución de ese concepto, centran hoy una gama de producto interesante, aunque con un precio algo más elevado que productos similares; la calidad y fiabilidad tienen un precio.
Élite es una palabra que empleamos en las páginas de esta revista para identificar a determinados cuerpos militares caracterizados por un adiestramiento especialmente intenso que define unas capacidades y cometidos que están por encima de los más clásicos.
Ese apelativo queda claro en aquellos que aquí les presentamos, la Infantería de Marina de Gran Bretaña o Royal Marines (RM) como internacionalmente se les conoce. Entrar a formar parte de ese colectivo, especializado en cometidos especialmente relacionados con el combate anfibio pero también en lo que son despliegues en entornos tan hostiles y diferentes como la gélida Noruega o las montañas de Afganistán, no es tarea fácil y se requiere de una serie de requisitos personales y profesionales que no todos tienen. En estas páginas de SOLDIERS-Raids vamos a centrarnos en el que es el proceso básico por el cual un sujeto civil se transforma en uno más de la tropa de los RM.
“Me desplazo en mi vehículo, un potente furgón todo terreno de alquiler que llamaría mucho la atención por las calles españolas, detrás de un turismo que es más compacto, pero que se mueve a gran velocidad por la ruta que seguimos, tanto que en determinados momentos tengo que hacer un esfuerzo para no perderlo.
Quien lo conduce, es una oficial de Policía, y circula en un coche no logotipado que pasa desapercibido en la intensidad del tráfico. La sigo, pues tenemos una cita sobre las once de la mañana en la zona de Río Salado, en el noreste del área de Phoenix. Al final, pasan pocos minutos de esa hora y llegamos a destino.
Mientras bajo y preparo mis cámaras voy observando algo de lo que veo a mi alrededor, pues el lugar lo conozco bien al haber estado varias veces allí para practicar el tiro con rifle a larga distancia o para algunos cursos de especialización. Llama mi atención una veintena de todo terrenos más o menos ordenados y próximos a un furgón de grandes dimensiones. En éste se observa con claridad a quien pertenece, el Departamento de Policía de la ciudad de Tempe (TPD, Tempe Police Department).
La oficial me llama y la sigo. Nos dirigimos a una zona concreta del Usery Mountain Shooting Range, unas instalaciones de tiro magníficas y de gran tamaño que están abiertas a los socios y a aquellos que no lo son -se paga una módica cuota y se puede practicar el tiro allí-.
Martes día 7 de julio. Los mensajes de comunicaciones que van y vienen por diversos canales son continuos. Informes, datos, imágenes y otros documentos se mueven con rapidez de un ordenador a otro, para su análisis, interpretación y aprovechamiento.
La actividad de los que están involucrados en ello es especialmente intensa y exigente, pues su eficiencia en la tarea asignada será parte básica para lograr el éxito. Los protagonistas -dos núcleos de profesionales de las Operaciones Especiales (OE’s) adscritos al Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra (ET)- tienen por delante una larga jornada que se prolongará hasta bien entrada la noche y a alguno le llevará a no dormir, pues la acción en curso así lo requiere.
Mientras ellos, que están desplegados en Alicante y Zaragoza, donde se han establecido dos bases desde las que se ejerce el Mando y Control de sendos Grupos de Tareas de OE’s (SOTG, Special Operations Task Group), siguen con lo propio hay dos núcleos más de militares dando las últimas “pinceladas” a la preparación de una acción sobre un supuesto asentamiento terrorista en el que parece se encuentran dos rehenes españoles capturados y a los que amenazan si no se cumplen sus exigencias.
Dos impresionantes explosiones tuvieron lugar ahora hace setenta años en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. La destrucción ocasionada por las bombas que las alcanzaron estuvo acompañada por una gran devastación en lo que a número de muertos se refiere y de la propia infraestructura civil de las mismas. Pese a aquellos grandes daños, el ataque tuvo una consecuencia positiva directa: que Japón se rindiese a Estados Unidos, con el consiguiente ahorro de muchísimas bajas en ambos bandos en el caso de que la lucha hubiese seguido su curso en la modalidad convencional iniciada en 1941 tras el ataque japonés a Pearl Harbour.
El impacto de las dos explosiones nucleares marcó un punto y aparte en la historia del desarrollo militar y ha tenido su “impacto” en las décadas siguientes, siendo aún hoy un punto de fricción entre los países que poseen ese tipo de armas, aquellos que aspiran a poseerlas y el resto.
Para que aquel ataque se pudiese llevar a cabo fue necesario un significativo programa de desarrollo en el que intervinieron una serie de personas de gran relevancia en lo que a distintos campos de investigación. Se ha dicho que había varios equipos de técnicos alemanes y japoneses -Proyecto Ni- investigando en la misma línea, aunque los primeros en conseguir la tecnología fueron los Estados Unidos, aunque poco después se uniría al club nuclear la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y otras naciones más. En estas páginas vamos a darles una noción histórica breve acerca de los años precedentes a esas detonaciones, los que permitieron poner a punto el desarrollo tecnológico que permitió obtener la bomba nuclear.